Era británico, joven él, joven su esposa y junto a sus dos adorables niños, eran la pareja perfecta, eso sí un poco british, porque usaban el coche de despensa.
Ocurrió el año pasado (2024) empiezo mi historia por el final, por una de las últimas reservas que he recibido en mi alojamiento.
De verdad ¡Hazme caso! Me dí cuenta que algo estaba haciendo bien; si un british que pisaba por primera vez en su vida tierras del Rey Pelayo – sí, nunca habían estado en España – vió en 3 días que sé cuál es el objetivo de la vida – de mi vida – es que algo estaba haciendo muy bien; o es que hablo inglés de puta madre – que también – o por lo menos logro comunicarme con ellos.
Exactamente eso… COMUNICAR. Es lo que estoy buscando ahora mismo, es decir comunicar para vender. Sí vender, te quiero vender mi alojamiento, dos edificios anteriores al 1845, totalmente reformados, divididos en casa de aldea y apartamentos rurales, en un enclave maravilloso entre Asturias y Cantabria ¡CHIN PUM!
Te comunico que mi alojamiento puede que sea el mejor de entre todos los que estas buscando. Y no lo digo yo ¡Lo dice Angus «el british»!
Así se llamaba, Angus. Se bajaron del Ferry y directos a mi alojamiento, practicamente fui el primer habitante español con el que hablaron, ahora lo pienso y fue increíble. Me sentí como los indígenas recibiendo a los conquistadores españoles, con esos cascos y petos de chapa que brillaban bajo el sol americano.
Sus hijos me hicieron un dibujo que puse en la puerta de mi apartamento. Y es que en realidad la gente cuando viaja tiene que recibir de nuestra parte – los propietarios de los alojamientos – la atención más exquisita, el cuidado en los detalles y el calor del lugar.
Siempre llega un gilipo****, pero de esos no vamos a hablar ahora.
Y de esto va este sitio, de alojar a personas en un edificio de apartamentos del que soy – ni más ni menos – la 4ª generación de propietarios.
Tengo una lista de correo donde escribo todos los días – tranquilos, se me da bien ¡Hazme caso! – y ahí te haré llegar reflexiones, estancias organizadas exclusivas, detalles, historias y demás cosas… Vamos que voy a vender mi alojamiento enclavado en un entorno rural acojonante.
Si quieres te quedas y si no… Pues nada oye, busca en Booking o Airbnb a ver que encuentras… Yo lo tengo anunciado en esos sitios, pero cobro mucho más y con los clientes de estas plataformas no soy tan simpático, os abro la puerta, pero poco… Pongo el pie y tal para que no puedas entrar bien.
Con los que reservan directo o con los clientes de mi lista de correo soy supermajo… Y si veo que estoy hablando con ellos y se acerca un cliente de los que reservan a través de Booking o Airbnb y tal, hablo en bajo para que no se enteren.
Ahora bien, llegados aquí te dejo el enlace de mi lista de correo y puedes hacer una de estas cosas:
No suscribirte… Tú verás lo que haces, es tu decisión y hay que respetarla.
O suscribirte… Hagas lo que hagas ¡Hazme caso!
Nos vemos.